AL mediodía de este viernes 2 de diciembre decenas de ecologistas de varios sectores de la ciudad de Quito mostraron su rechazo a la criminalización de la protesta social que, según ellos, viene aplicando el actual gobierno a quienes se movilizan y defienden la naturaleza, las fuentes de agua y los bosques.
En el marco de la celebración de la fundación española de Quito -que significó la ocupación a la sazón de territorios y el saqueo de su patrimonio- los activistas desplegaron un mensaje en el monumento a Rumiñahui ubicado en la vecina ciudad de Sangolquí con el mensaje "Rumiñahui, defensor de la ciudad, sería hoy un terrorista."
Con esta acción reivindican el derecho a manifestarse en forma crítica frente a políticas y proyectos como los de la minería industrial, que amenazan con provocar graves impactos por la contaminación, desplazamientos y violaciones de derechos fundamentales de las comunidades y la naturaleza garantizados en la actual Constitución.
Los activistas declararon que las calles siempre han sido su espacio de expresión, más allá de cualquier pretensión de censura y control.
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