Estos yerros y algunas discrepancias han llevado a algunos diplomáticos de carrera a que prefieran retirarse, renunciar o pedir la disponibilidad. En la lista están Francisco Proaño, que dejó la OEA, Roberto Ponce, Eduardo Mora, Paulina García, Lotty Andrade, Rodrigo Yépez y Francisco Carrión, quien no sólo se fue de las Naciones Unidas, sino además de la Cancillería (ministerio de relaciones exteriores).
El Gobierno suele alardear de defender la soberanía de nuestro país, pero está claro que, en materia diplomática, sólo se ha pasado de un modelo uniformizador global a una aventura ideológica. ¿Qué quiere Ecuador en materia internacional? Difícil de responder, aunque lo más claro es el éxito en cuanto a acercarse a la República de China, de la que ha obtenido cuantiosos créditos. Con Europa se dan bandazos al buscar acuerdos comerciales yendo hasta la ciudad de Bruselas, mientras Kintto Lucas (vicecanciller) declara que lo de "la UE (Unión Europea) es un intento neocolonial". Desde el sur, la visita de la presidente de la República de Brasil, Dilma Rousseff, el año entrante, hace avizorar el retorno de grandes créditos de ese país. ¿Cómo se llama esta política diplomática? Póngale usted el nombre.
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