Homo sapiens - Wikipedia, la enciclopedia libre

El ser humano constituye, desde el punto de vista biológico, una especie de ser orgánico animal bajo la denominación científica de homo sapiens (del latín homo=hombre, sapiens=sabio) y pertenece a la familia de los hominidae. Es también llamado genéricamente como el hombre o los hombres, aunque este término es ambiguo pues se usa mayormente para referirse a los individuos del sexo masculino. Los seres humanos -los hombres machos y hembras- pueden llegar a poseer capacidades mentales que les permiten inventar utensilios, aprender y utilizar estructuras lingüísticas complejas, matemáticas, escritura, ciencia, tecnología. Los humanos son entes sociales, capaces de concebir, transmitir y aprender conceptos que han evolucionado a través del tiempo. Algunos humanos han sido capaces de visitar la Luna y el fondo profundo de muchos mares jamás antes explorados, y aún no se tiene evidencia de que exista otra forma de vida con dichas sensibilidades –o mejores– en el universo. En el pasado prehistórico remoto, el género homo fue más diversificado y, durante el último millón y medio de años incluía otras especies ya extintas. Desde la extinción del homo neanderthalensis, hace 25.000 años y del homo floresiensis, hace unos 12.000 años, el homo sapiens es la única especie conocida del género homo que aún perdura. Hasta hace poco, la biología utilizaba un nombre trinomial (homo sapiens sapiens) para esta especie, pero más recientemente se ha descartado el nexo filogenético entre el neandertal y el homo sapiens, por lo que se usa exclusivamente el nombre binomial. Homo sapiens pertenece a una estirpe de primates, los hominoideos. Evolutivamente se diferenció en África, y de ese ancestro surgió la familia de la que forman parte los homínidos. El ser humano prácticamente desconoce los alcances y el destino de su propia especie. Filosóficamente, el ser humano se ha definido y redefinido a sí mismo de numerosas maneras a través de la historia, otorgándose de esta manera un propósito positivo o negativo respecto de su propia existencia, muy de acuerdo al proceso evolutivo de un hombre primitivo a un hombre cada vez más civilizado, proceso que por supuesto sigue en marcha. Existen diversos sistemas religiosos e ideales filosóficos que, de acuerdo a una diversa gama de culturas e ideales individuales que han ido evolucionando a través del tiempo, tienen como propósito y función responder algunas de esas interrogantes existenciales para alcanzar una mejor (más civilizada) convivencia social. Los seres humanos tienen la capacidad de ser conscientes de sí mismos, así como de su pasado próximo; saben que tienen el poder de planear, transformar y realizar proyectos de diversos tipos. En función a esta capacidad, han creado a través del tiempo diversos códigos morales y dogmas orientados directamente al cada vez mejor manejo de estas capacidades.