He aquí una patente diferencia en el comportamiento de una persona con un alma (personalidad) enferma en comparación con el de una persona sana.
Es impresionante ver el mal genio brutal que se gasta la persona con su espíritu enfermo para expresar sobre algo que no le gusta en absoluto, actitud que con el tiempo le afectará irremediablemente de una forma negativa su salud.
El mal (hacer conscientemente daño) no es una actitud de vida que le puede acercar la salud a uno.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario